No
todos los que salen del Opus Dei tendrán este problema. Los que ya en sus años de permanencia en la institución trabajaron en una profesión que
nada tenía que ver
con la Obra, podrán seguir
con su trabajo y, en el peor de los casos, pueden tener los problemas que
tenemos todos por ahí en esta
época de profunda crisis económica y de desempleo. Pero los que, en cambio, han
trabajado en labores internas o en obras corporativas, a los problemas que
tenemos todos los demás añaden otro problema: el de no
tener un recorrido profesional documentable y, sobre todo, cualificante.
Pero
eso es lo que hay, y lo único
sensato que podemos hacer es hacer las paces con la realidad y estar muy
decididos a vender caro el pellejo. Algo se puede hacer.
Por
supuesto no es posible contemplar aquí todas las posibles situaciones de edad,
de actividades desarrolladas, de título de
estudio poseído, de
zona geográfica. Es posible que esta publicación sea leída en sitios muy distintos, por personas
más o menos jovenes, con actitudes
y caracteres muy distintos, y consejos útiles para todos no existen. Lo que sí espero es que, entre tantas cosas que se me ocurren, algo encuentres
que pueda serte útil.
Lo
primero que recomendaría a quien
acaba de salir de la Obra y se encuentra en una época de reorientación personal, y sobre todo no cuenta
con circunstancias especialmente favorables (como por ejemplo ¿que sé yo? un licenciado en
derecho hijo de un abogado que ya tiene su bufete con solera...), es evaluar si
hay posibilidades reales de encontrar un trabajo con el título de estudio que ya se posee.
Si nos
damos cuenta de que no, y que el título de
estudio, por falta de utilización, ya es
solo un papel en el fondo de un cajón, se puede
evaluar la posibilidad de invertir esta temporada en la que difícilmente se va
a resolver todos los problemas de una nueva vida y encontrar rápidamente un
trabajo, en realizar algún curso
que puede cualificarnos profesionalmente. Sea lo que sea, con tal de que: a) nos guste, b) nos dé
esperanza de poderse convertir en un trabajo. Digo esto porque en este momento
histórico concreto en el que vivimos, puede ser realmente muy difícil encontrar
trabajo dependiente en una empresa y sea quizá más realista
–si no más fácil- “inventarse” un trabajo autónomo.
Conozco personas que han reconvertido su profesionalidad cualificándose como
musicoterapeutas, educadores para parvularios, interpretes del lenguaje de
mudos, podólogos, etc. En general, con el aumento de la edad media de la
población, todas
las actividades que tienen que ver con los ancianos tienen mayor posibilidad de
encontrar un cauce.
Antes
de tomar una decisión en este sentido, hay que hacer un “estudio de viabilidad”
analizando el entorno, las necesidades de las personas cercanas, el tejido
empresarial de alrededor, la leyes que regulan la materia, etc. En todo este
trabajo internet, por supuesto, es una gran ayuda. Conviene buscar en las páginas oficiales de
Ayuntamientos, asociaciones profesionales, etc. para ver qué oportunidades
ofrecen en términos de cursos de cualificación, subvenciones e iniciativas parecidas.
Es
posible encontrar cursos gratuitos o casi, financiados por las administraciones
del Estado, por la Comunidad Europea, etc., y cursos privados, que suponen un
coste. También en este caso Google puede ser de ayuda realizando una búsqueda con palabras “cursos
formación
profesional gratuitos...” poniéndolas juntas o separadas.
También
es muy importante para encontrar trabajo hablar bastante bien inglés. Si ya lo
conoces un poco es más
sencillo: es necesario practicarlo lo más posible y puedes hacerlo ya desde tu casa viendo películas en
inglés, interviniendo en algún blog en inglés, leyendo periódicos en su página
web, etc. Si además puedes
permitirte ir en Inglaterra, a USA, o Malta (mucho más asequible para los Mediterráneos), quizá trabajando en una familia, seguro que tu nivel de conocimiento va a
mejorar rápidamente. Para buscar oportunidades en este sentido puedes utilizar Google
buscando por ejemplo con las palabras “trabajo Inglaterra” más el país de interés.
Si en
cambio no tienes ni conocimientos básicos del
idioma, y a causa del estrés de la última
temporada, de un poco de depresión (que
altera en muchos casos las transmisiones neurológicas cerebrales) y del uso de
psicofármacos, tienes dificultades, especialmente mnemónicas, para un estudio
teórico, te aconsejo vivamente que te organices una temporada de estudio y
trabajo en algún país de lengua inglesa. Si pones en
Google las palabras “vacaciones trabajo inglés” te saldrán unas cuantas páginas web que pueden
proporcionarte oportunidades en este sentido. Aquí debajo puedes ver algunos ejemplos
para los dos casos:
Es
importante buscar enseguida estas posibilidades de formación profesional porque después,
cuando con un poco de suerte empieces a encontrar algún trabajo, aunque
precario, se te hará mucho más difícil interrumpirlo y
encontrar el tiempo para especializarte, y la falta de esta formación de base específica puede quizá limitar tus posibilidades
futuras.